Presidente de Parlamento surcoreano expresa preocupación por percepción japonesa de la historia

El presidente de la Asamblea Nacional de República de Corea, Woo Won-shik, golpea con el mazo para aprobar la moción de destitución contra Yoon Suk-yeol, en Seúl, República de Corea, el 14 de diciembre de 2024. (Xinhua/Yao Qilin)

El presidente de la Asamblea Nacional de la República de Corea, Woo Won-shik, expresó su preocupación por la percepción de la historia por parte de Japón.

En respuesta a la reciente afirmación de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, de que Dokdo ha sido territorio japonés de forma histórica y conforme al derecho internacional, Woo publicó en redes sociales que el Gobierno japonés ha ampliado la llamada "sala de exposición de soberanía territorial" que reivindica la soberanía sobre los islotes Dokdo.

Desde la inauguración de la sala en 2018, la República de Corea ha exigido su cierre en varias ocasiones, pero Japón a?adió recientemente un espacio didáctico al salón en un aparente intento de inculcar percepciones incorrectas en las futuras generaciones, a?adió.

"Para una relación estable y orientada al futuro entre la República de Corea y Japón, tres pilares deben permanecer firmes: encarar de frente la historia dolorosa, profundizar la cooperación económica y cooperar como socios por la paz en la península de Corea y en el noreste de Asia", dijo Woo.

Woo se?aló que la República de Corea organizará este a?o su propia ceremonia conmemorativa para las víctimas coreanas del trabajo forzoso en las minas de oro de la isla Sado, dado que Japón no ha mencionado el "trabajo forzoso" en sus discursos conmemorativos.

Historiadores surcoreanos dijeron que miles de coreanos fueron obligados por el Imperio Japonés a realizar trabajo pesado en la mina de oro, la cual fue convertida en una instalación para fabricar materiales bélicos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la península coreana estaba bajo dominio japonés.

Woo también expresó preocupación por las recientes medidas de Japón para revisar su llamada Constitución pacífica, algo inaceptable no solo para República de Corea, sino también para todos los países vecinos, dado que trastorna las bases para el orden pacífico en el este de Asia al transformar a Japón en un país capaz de librar guerras.

La República de Corea ha protestado durante mucho tiempo por las renovadas reivindicaciones territoriales de Japón sobre los islotes en disputa ubicados entre los dos países, llamados Dokdo por República de Corea y Takeshima por Japón.

La República de Corea recuperó la soberanía de Dokdo tras la liberación de la península de Corea de la colonización japonesa de 1910-1945. Seúl ha ejercido desde entonces un control efectivo de los islotes, con un peque?o destacamento policial desplegado.

Los surcoreanos consideran las reclamaciones territoriales de Japón sobre los islotes como una negación de la historia colonial, dado que Dokdo fue el primer territorio ocupado por la fuerza por Japón.